

Según las normativas del Consejo Regulador, para que un vino pueda acogerse a la Denominación de Origen debe incluir al menos un 75% de Tempranillo en su elaboración. El 95% de las uvas utilizadas deben ser de variedades tintas (Tempranillo, Garnacha, Cabernet Sauvignon, Merlot y Malbec), permitiendo un 5% de la variedad Albillo Mayor para la producción de los vinos tintos.
La zona de producción amparada por la D.O. Rueda se encuentra en la Comunidad de Castilla y León y está integrada por 74 municipios, de los cuales 53 se sitúan al sur de la provincia de Valladolid, 17 al oeste de Segovia y 4 al norte de Ávila. El carácter Rueda está definido por tres elementos: la uva Verdejo, autóctona de la zona, el clima continental y los suelos cascajosos.

